Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Mirador de sombras

Ignacio Gracia Noriega

El teatro de la Pasión

Unos orígenes que surgen como manifestación religiosa

El teatro surge como manifestación religiosa, en Grecia en los bosques dionisiacos, en la Edad Media en los atrios de las iglesias. El gran tema del teatro religioso medieval es el mismo que el de los Evangelios, la vida de Jesús, de la que dos episodios descollantes, el Nacimiento y la Pasión, la Muerte y la Resurrección, constituyen las celebraciones litúrgicas más importantes. Jesús nace y Jesús muere. Con la evocación dramática del nacimiento de Jesús se inicia el teatro castellano. «El auto de los Reyes Magos», de comienzos del siglo XIII, es la más antigua pieza de teatro conservada en lengua romance: quedan de ella 147 versos, que siguen el relato de San Mateo, el evangelista que relata el viaje y la adoración de los Magos de Oriente (cuyo número no especifica el evangelista, pero en esta temprana obra ya se dice que son tres).

El poderoso aliento plástico y trágico de la Pasión es el otro pilar del teatro religioso medieval. El hecho dominante en el orden religioso es el del nacimiento y la formación del «misterio de la Pasión», escribe el historiador de la literatura francesa Gustave Cohen. El drama litúrgico de la Pasión está en la base del teatro francés, tanto en lengua latina como en lengua vulgar, de la misma manera que la adoración de los Reyes lo está en la del teatro español. Puede hablarse, por tanto, de un ciclo de Navidad y de otro de la Pasión, anteriores a las derivaciones del carácter profano, como «La farsa de maese Pierre Pathelin», etcétera. Los personajes y los episodios principales de «Los misterios de la Pasión» son el Hijo y su Madre, el ungimiento de María Magdalena, la santa cena y la traición de Judas. El éxito de estos misterios los saca de los escenarios eclesiásticos y la llamada «Pasión de los juglares» se representa en las plazas de las villas, en las ferias y en las encrucijadas de los caminos. Términos profanos como «kermesse» tuvieron un inicial sentido religioso, ligado a estas representaciones. «El misterio de la Pasión» más importante y completo es el de Eustace Marcadé (siglo XV), obra monumental y cíclica que abarca desde la caída del hombre en el paraíso hasta su redención en la cruz. Estas representaciones y las de la Navidad se mantienen en Francia hasta bien entrado el siglo XVIII.

Un poeta culto, Gómez Manrique (1412-1490), pone en escena los dos ciclos con «La representación del nacimiento de Nuestro Señor» y «Los fechos para la Semana Santa», también conocidos por «Lamentaciones». Pero la gran obra del teatro religioso español en el período anterior al teatro clásico es «El auto de la Pasión» de Lucas Fernández (1474-1543), de prodigiosa síntesis, juego escénico efectivo (la aparición en escena del Ecce Homo, del crucificado, etcétera) y sobrio patetismo. Es uno de los mayores logros de nuestro teatro anterior a Lope de Vega, que no sé por qué no se representa más a menudo. Pervivencia de aquellas representaciones es la escenificación del Descendimiento en las iglesias, conservada en la liturgia moderna.

La Nueva España · 5 de abril de 2012