Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Despedidas & necrológicas

Ignacio Gracia Noriega

Pepe Cosmen, conductor de autobuses

Un empresario con alma de sensato y pacífico aventurero

Hace muchos años, cuando Pepe Cosmen era joven y fuerte, se colocó al volante de un autobús y llegó a China. Por aquel entonces todavía no se creía en los cuentos de hadas tanto como ahora, ni en que el comunismo capitalista de China era una solución para el capitalismo de masas, ni que con saber inglés se poseía el mundo. Los autobuses que conducía en sus comienzos Pepe Cosmen pertenecían a la empresa familiar Empresa Cosmen, que desde 1925 tenía la línea Cangas del Narcea-Villablino. Posteriormente, inauguraron la línea Pola de Somiedo-Grado y en 1958 llegan a Oviedo, que era como ir a Nueva York. Porque a China, desde Leitariegos, se llega por tierra, mas para ir a Nueva York hay que atravesar el mar. De China se puede volver a casa andando, como hizo el aventurero del siglo XVII Diego Toral y Valdés, que regresó a su tierra desde Ormuz en un viaje que duró cinco años. Pero si uno queda colgado en Nueva York, como no vuelva a casa nadando... De lo que se deduce que Pepe Cosmen tenía alma de aventurero. Un aventurero pacífico y sensato, pues, como decía Chesterton, la aventura puede ser insensata, pero el aventurero no puede permitirse la insensatez.

Cuando Pepe Cosmen conducía autobuses, el mundo rural todavía estaba vivo en Asturias, por lo que si una vaca andaba suelta, él daba el aviso en la próxima parada y en los días calurosos el autobús hacia tregua debajo de los árboles y los viajeros podían coger cerezas sin necesidad de abandonar el vehículo. Todo el mundo viajaba con paquetes de comida y algunos con botas de vino, y si algún viajero llevaba un acordeón, se organizaba una fiesta. En una ocasión, Pepe Cosmen transportaba un ataúd, que iba arriba, junto con los viajeros de tercera, y como se puso a llover, uno de los viajeros se metió en el ataúd y cuando salió al llegar a su destino, se produjo una gran conmoción, porque los viajeros del interior creían que había resucitado.

El conductor de autobuses, solía decir Pepe Cosmen, era una mezcla de cartero, banquero y portavoz. Transmitía noticias por vía oral y transportaba dinero sin necesidad de firmar recibos o papeles. En este aspecto, fue conductor de autobuses durante toda su vida, de la misma manera que su familia es de arrieros desde finales del siglo XVII: la crónica familiar, llamada "Las Tablas", relata viajes desde 1825. A su modo, Pepe Cosmen siguió siendo un arriero mecanizado.

Los autobuses sustituían las recuas de mulas, pero cumplían la misma función. Pepe Cosmen, el arriero que llegó a China, consolidó un imperio empresarial. Alguna querencia debe tener Luarca hacia el Celeste Imperio, ya que mucho antes de que rodaran los Automóviles Luarca, un luarqués, Miguel de Loarca, entró en China en 1575. Y algo muy bueno debe tener el aire de Leitariegos, porque a pocos metros de la casa de los Cosmen nació Francisco Rodríguez. Alsa y Reny Picot son dos empresas que pasean el nombre de Asturias por el mundo. ¡Si hubiera muchos Leitariegos en Asturias, nuestra región no estaría tan decaída!

La Nueva España · 3 diciembre 2013