Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Despedidas & necrológicas

Ignacio Gracia Noriega

Del periodismo a la tonada

La contribución de Carlos Jeannot a la difusión de la canción popular asturiana fue extraordinaria

Con Carlos M. Jeannot sucedía algo prodigioso: sin ser intérprete -si alguna vez cantaba, lo haría en privado...-, era el personaje más conocido de la tonada asturiana: esa modalidad de la canción popular que algunos pretenden equiparar al "cante" andaluz (García Lorca se fijó en algunas coincidencias) y que es un buen ejemplo de que todo arte popular es recuerdo de un arte culto que se ha perdido. Algunas letras (como la recogida por Eduardo M. Torner en su cancionero: "¡Que me oscurece! ¡Ay, que me oscurece / a la salida del monte! ¡Oh qué noche tan oscura que no tiene movimiento, / oh, quién pudiera tener tan sereno el pensamiento!", que Madariaga consideraba digna de Shakespeare) son de poesía profunda y verdadera, jocosa a veces, otras estremecedoras por su belleza. Pues la tonada es canción para cantar y para contar, como la copla o el fado. Todas las tonadas cuentan una anécdota, un viaje, unos amores desairados sin llegar al patetismo, la vuelta de la romería o los trabajos de la aldea, e incluso llega en su atrevimiento a insinuar un adulterio en una nana. La riqueza, no ya musical, sino poética, de la tonada astur es extraordinaria, y temo que han sido muy pocos los que repararon en ella.

No digo que la tonada corra o haya corrido el riesgo de perderse: cuenta con un público fiel aunque reducido. Pero la competencia con las músicas difundidas por la radio y la televisión ha sido muy dura, ya que su alcance era infinitamente mayor que el de una recital con el Teatro Filarmónica en el mejor de los casos. Mas fueron precisamente profesionales de la radio como José M.ª Marcilla o musicólogos a través de la radio como Modesto González Cobas, quienes emprendieron el difícil camino de su recuperación y de su difusión, por no mencionar a los periodistas y periódicos: Ricardo Vázquez Prada y "Región", Melchor Fernández y "LA NUEVA ESPAÑA, que escribió: "La responsabilidad de que el legado de que la música popular se transmita sin merma a las generaciones futuras incumbe ahora a la nuestra". Sin olvidar a los indesmayables Ángel Martínez, Ángel el de la Caja de Ahorros, y César Luis Tuñón, autores al alimón de "Recuerdos de la canción asturiana", librito informativo y entrañable.

Carlos M. Jeannot ejemplifica tal vez mejor que ningún otro esa responsabilidad de legar sin merma un importante tesoro de sones y palabras, siempre a través de los micrófonos, bien de las emisoras de radio, bien presentando festivales, concursos, homenajes, muestras, etc., a través de todos los escenarios de Asturias. Y en 1992, la tonada se viste de gala por iniciativa de Gabino de Lorenzo y con el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA, al subir al escenario del Teatro Campoamor con el Concurso y Muestra de Folklore "Ciudad de Oviedo": lo mismo que si se tratara de la ópera, bajo la dirección de Jeannot. Su dedicación a la tonada fue casi exclusiva: miles de programas de radio, de televisión, presentaciones, conferencias, artículos.... Contribuyó como pocos a que la tonada sea arte mayor.

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La Nueva España · 24 enero 2014