Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Despedidas & necrológicas

Ignacio Gracia Noriega

Pedro Costa en Oviedo

La detención del cineasta cuando iba a impartir un cursillo en la ciudad y la incautación de sus películas

Pedro Costa fue uno de los cineastas más importantes e influyentes de los años posteriores a la Transición y, por lo demás, un cineasta insólito. En su época, toda la gente que pretendía dedicarse al cine centraba su objetivo en dirigir películas. Pedro prefería producirlas, porque de ese modo disfrutaba de mayor libertad de acción: podía escoger el equipo, los escenarios, el guión y los actores, y si al director no le salían las cosas como Pedro esperaba, se colocaba detrás de la cámara y dirigía personalmente la secuencia, lo que hacía con admirable precisión y rapidez (a fin de cuentas, era productor, y sabía que en un rodaje, el tiempo es oro). Guionista, productor y creador de series para la TV como "La huella del crimen", de extraordinario éxito, en la que encargó a Bardem la dirección de la película más memorable de la serie, sobre el asesino Jarabo, interpretado por Sancho Gracia en uno de sus mejores momentos. El mundo de la delincuencia, siempre con un acentuado tono documental, le interesó de manera extraordinaria. Su primera película fue sobre "El caso Almería", en 1984, y en 1986 dirige "Redondela", dos películas con trasfondo político que más recuerdan al cine italiano de Franco Rosi o de Elio Petri que a las películas españolas de la época, en las que todavía se aprovechaban las posibilidades comerciales del "destape". Costa pudo haber hecho un cine entre el documento y la denuncia política, pero la profesión de productor impone sus leyes, y el éxito comercial es la norma, por encima de la denuncia y el documento. Costa se apuntó un gran éxito con "Amantes", de Vicente Aranda, y no tuvo reparo en producir una película como "Juana la loca", de gran espectáculo, variados escenarios y vestuario y ambientación de época, que suponen un riesgo, ya que encarecen el rodaje, además de las escenas de masas con numerosos figurantes.

Siendo alumno de la Escuela de Cine, Costa fue invitado, con el fotógrafo Olivares y el alumno de dirección Antonio Drove, a dar un cursillo por el Cine Estudio Universitario de Oviedo. Aunque funcionaba el Cine-Estudio a su aire, los fondos los aportó el SEU, el sindicato único falangista, y como los alumnos se negaran a asistir a las sesiones en los locales del SEU, el jerarca de esta entidad hizo intervenir a la Policía, acabando en comisaría Costa, Gil y Drove, donde gozaron de la versallesca amabilidad de la brigada político-social. La Policía no se limitó a detener a los cineastas, sino que intentó apoderarse también del material que traían, propiedad de la Escuela de Cine: centenares de metros de película virgen, varias películas, alguna de las cuales se ha perdido, una cámara Arriflex y otros materiales que permanecieron ocultos en un piso de la calle Magdalena. Los cineastas fueron transportados a Madrid en ferrocarril y no recuerdo si se tomaron medidas judiciales contra ellos por "incumplimiento de contrato". A pesar del incidente, Pedro venía de vez en cuando a Oviedo a visitar a los amigos y aquí produjo "Pídele cuentas al Rey", del morciniego José Antonio Quirós.

La Nueva España · 11 junio 2016