Ignacio Gracia Noriega
Lucrecio: Naturaleza material
El autor latino del gran poema ateo de la época clásica y sus influjos griegos
Los elogios dedicados al poema de Lucrecio "De rerum Natura" son de tono mayor, situándole unos como el mayor poema filosófico-didáctico de la Antigüedad, sin que falte quien afirma que es el poema filosófico más importante de la Literatura universal; más otros como San Jerónimo, teniendo seguramente en cuenta la actitud del poeta hacia los dioses, se refiere a él con despego desdeñoso, señalando que "enloquecería por culpa de un filtro amoroso y escribiría, en los intervalos de lucidez, algunos libros que Cicerón editó Se dio muerte por su propia mano a los 43 años". Pues "De la Naturaleza" no sólo es el gran poema filosófico, sino el gran poema ateo de la época clásica. No es la obra de un loco, ni el poeta escribe como el loco que aprovecha los momentos de lucidez para hacerlo, sino que lo hace con "gravedad profética ', según Walter Muschg. El poema, como otras obras sobresalientes de la literatura latina, tiene sus sólidos pilares en la griega y en su filosofía, en la que Empedocles y Epicuro titulan "Sobre la Naturaleza" sus obras.
Tito Lucrecio Caro nació hacia el año 96 antes de Cristo y se suicidó el año 55. De su vida se sabe muy poco, salvo los datos que proporciona su hermano Quinto en su correspondencia con Cicerón, de quien se descarta, en la actualidad, que haya sido el editor de "De rerum Natura". En un principio, podemos considerar a esta obra como un gran poema enciclopédico que trata prácticamente de todas las cosas en versos hexámetros dactílicos y descarta aquellas otras que no tenga, a su entender, existencia material. En principio, Lucrecio se propone exponer la doctrina de Epicuro, siguiendo a Leucipo y Demócrito, y su punto de partido es el consentimiento de que la realidad está constituida de átomos, los cuales existen independientes de cualquier intervención divina. Asimismo, el alma es material, y por tanto, mortal Aceptadas estas premisos, la principal ocupación del hombre es liberarse del miedo a la muerte Tal vez por dar ejemplo, él mismo se quitó la vida.
Hoy se lee "De la Naturaleza" un poco como puede leerse la "Historia natural" de Plinio. Como una sucesión de curiosas noticias sobre los asuntos más diversos. Después de hacer una invocación a Venus, resumir el asunto del poema, elogiar a Epicuro, enumerar los crímenes de la religión (entre los que menciona el sacrificio de Ifigenia) y refutar los tenores de ultratumba, afirma, como precursor de los ilustrados dieciochescos, que "las tinieblas del espíritu, necesario es que la disipen no los rayos del sol ni los lúcidos rayos del día, sino la contemplación de la Naturaleza y la ciencia". Acto seguido, establece que nada procede de nada y nada retorna a la nada A partir de ahí, viene a hacer recuento de todas las cosas que componen el universo, desde una crítica a Heráclito hasta la descripción de la epilepsia, la explicación del fenómeno acústico del eco, las mutaciones de los sueños, la invención de la música, los beneficios de la agricultura O consideraciones de carácter físico y geográfico, como la velocidad del rayo o el curso del Nilo, del que deduce que nace en montas nevadas situadas al sur de Egipto: cosa que a mediados del siglo XIX estaba descartada porque todavía había geógrafos que negaban que pudiera haber nieve en África central Consecuente con su ideología es el poema dedicado al "vacío", que es aquello que se encuentra en los espacios en los que no baya materia compacta: ese espacio impalpable, desocupado, es el vacío, en el que se intuye la de la gravedad: "Es propiedad de los cuerpos hacer presidí' siempre hacia abajo". Hoy diluimos que el vacío es la nada.
La Nueva España · 19 abril 2015