Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Los grandes clásicos

Ignacio Gracia Noriega

Lucano: El introductor del poema político

Fue el primer autor español en tratar un asunto que será muy familiar entre sus compatriotas: la guerra civil

Dante coloca a Lucano, en el canto IV del "Infierno", entre los "Señores del Altísimo Canto", entre los que el primero es Homero, y los demás Virgilio, Horacio, Ovidio y, finalmente, Lucano, que no está de más como miembro de "la bella escuela de aquel señor de elevado canto". Perteneciente a una familia ilustre de ascendencia cordobesa, de gran influencia política y cultural (su miembro más destacado fue Lucio Anneo Séneca), Marco Anneo Lucano (39-65 d.C.) es una voz nueva de la poesía latina sobre los moldes viejos del poema épico. Su poema épico, "Farsalia", presenta rasgos de originalidad, como introducir el tema político en un género que hasta entonces se había desentendido de los asuntos inmediatos y contemporáneos.

Poeta rebelde y contracorriente, en su poema sobre la guerra civil entre Pompeyo y César se pone de parte de los vencidos cuando los sucesores del vencedor habían creado el imperio bajo el que vive, y como ciudadano en los tiempos de Nerón interviene en la política contraria al emperador y participa en la conspiración de Pisón al lado de su tío Lucio Anneo Séneca, lo que, fracasada la intentona, le obliga al suicidio por disposición imperial, a la edad de 26 años.

Lucano era de ideas republicanas y anticesarista convencido. En su poema presenta a Julio César como un hombre sin escrúpulos que no se detiene ante el crimen, en tanto que encarna en la figura del vencido Pompeyo los viejos valores romanos y sus propios ideales. Las cosas, evidentemente, no ocurrieron como él las presenta, pero tiene el mérito de poner en tela de juicio una situación política consolidada. El tema profundo del poema es la pérdida de la "libertas" republicana a consecuencia de la pérdida de la guerra civil.

"Farsalia" es un poema épico distinto de los grandes poemas épicos anteriores, en los que predominaban elementos heroicos y mitológicos Lucano construye un poema con fondo histórico documentado al que despoja de intervenciones sobrenaturales y personajes sobrehumanos, aunque no faltan las referencias míticas (la Gorgona, el Cíclope, el Olimpo, la Fortuna) con sentido decorativo y literario.

El asunto tampoco se desarrolla en un tiempo mítico, sino en un pasado histórico, cuya influencia sobre el presente está clara. Al igual que Tácito, opone el antiguo orden republicano a la corrupción imperial, pero el historiador lo hace con severa mesura y el poeta con indignación y sarcasmo (por ejemplo, las lágrimas de César al contemplar la cabeza de Pompeyo, al final del libro IX). Se trata de la descripción de una batalla y de las causas que condujeron a ella, por lo que, sobre todo en su tiempo, se le consideró más historiador que poeta.

Pero la fuerza y la violencia de las descripciones, los perfiles de los personajes, la barbarie de gente civilizada ("Las salvajadas todas se pusieron ante el rostro de sus jefes: les complace ser asesinos"), la sangre corriendo y las cabezas cortadas son propias de un poeta alucinado. Corno buen español, se adhiere al tremendismo y es el primero en tratar un asunto que será muy familiar entre sus compatriotas del futuro: la guerra civil.

La Nueva España · 10 mayo 2015