Ignacio Gracia Noriega
La Divina Comedia: El mayor Poema de Europa
La divina comedia de Dante es la única creación comparable a los grandes textos líricos del pasado
La grandeza de La divina comedia fue reconocida por el propio Dante, que, en el primer círculo del infierno, se sienta entre los grandes poetas de la antigüedad; y, realmente, su poema es el único equiparable a los grandes poemas del pasado, sin que en el futuro haya habido ninguno que lo igualara, ni siquiera que se aproximan a él en La divina comedia, como en la Biblia o Shakespeare, está todo lo que constituye este mundo y en el caso del poema de Dante, también el otro mundo, clasificado y dividido, con sus peculiaridades, su paisaje y, lo que es muy importante, sus habitantes. El poema relata un viaje al otro mundo, como el del canto XI de La Odisea (poema que Dante no pudo conocer) y el del libro VI de La Eneida (que conocía muy bien), aunque con mucha mayor amplitud, ya que en Homero y Virgilio la visita a la mansión de los muertos es un episodio de los respectivos poemas y en Dante el asunto principal. También, a diferencia de Ulises, que regresa a Ítaca, y de Eneas, que busca un nuevo asentamiento, que será eterno, el viaje de Dante a través del Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, es trascendente y en sentido ascendente, entra en “la ciudad doliente por la que se va al eterno dolor”, y alcanza, en el Paraíso, la apoteosis de la luz, la alta fantasía, el amor “que mueve el sol y las demás estrellas”. El Infierno es un cono invertido que llega al centro de la Tierra, donde Satinas tortura personalmente a Judas Iscariote, el apóstol traidor, y a Casto y Bruto, los asesinos de César. Curiosa mezcla de cultura bíblica y clásica y condena de la traición. El Purgatorio es una montaña sobre una isla y el Paraíso la cumbre del Purgatorio con nueve esferas luminosas sobre las que se asienta el Cielo Empíreo, sede de Dios. Virgilio guía al poeta en su recorrido por el Infierno y el Purgatorio, mas no puede entrar en el Paraíso por haber sido pagano, y allí toma el relevo Beatriz, el viejo amor de Dante, identificada por algunos comentaristas con la Filosofía.
En La divina comedia se identifican muchísimas cosas e interpretan otras tantas, ya que en una obra como ésta todo tiene sentido, desde la propia estructura del poema, dividido en tres cantos y escrito en tercetos, siendo el predominio del número tres un homenaje a la Santísima Trinidad. No es tan solo una de las obras poéticas más altas de la humanidad, sino una “summa” que incluye la filosofía, la astronomía, la teología, la poesía y las ciencias físicas de la época. Es un poema de apoteosis como jamás se ha escrito y la confirmación de una unidad cultural europea cuyas fuentes están en Grecia y en la Biblia. Como escribe Gilbert Highet, "el mejor símbolo de la unidad de la Edad Media es La divina comedia, donde Dante reúne en un trasmundo fuertemente medieval a los sabios, poetas y grandes hombres de todos los tiempo, y países que conoce. Dante entendía a Europa como una unidad en el marco del santo imperio romano. Representa pan el cristianismo lo que Virgilio representó para Roma, y ambos poetas escribieron en los momentos de mayor esplendor de sus respectivas épocas. Como escribe Werner Jaeger, “la decadencia de la cultura noble griega produjo a Píndaro, la del Estado ciudadano a Platón y Demóstenes y la jerarquía de la iglesia medieval en el momento en que va a sobrepasar su jerarquía más alta, a Dante”.
Según T. S. Eliot, “Dante es el más europeo de los poetas”, el más universal sin dejar de ser localista. porque el Infierno está lleno de florentinos y de adversarios políticos: una sutil manera de arreglar cuentas a personajes que de no haber sido enemigos de Dante, hoy no sabríamos que alguna vez existieron.
La Nueva España · 6 septiembre 2015