Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Mirador de sombras

Ignacio Gracia Noriega

Genio y magia de Orson Welles

En el centenario del nacimiento de uno de los grandes del cine

A los cien años del nacimiento de Orson Welles, el cine se ha convertido en algo muy distinto de lo que el invento con "Ciudadano Kane", en 1940. La tecnología aplicada al cine restó la magia, y él era ante todo un mago. Ahora el cine es ruido y furia contados para idiotas, a base de efectos especiales, informática y todas las películas son iguales porque no hay ideas ni guión. A lo sumo, el guión se escribe para el primer cuarto de hora, y el resto son metralletas, helicópteros estallando en pleno vuelo, gimnasia erótica y vertiginosas persecuciones en ciudades o autopistas llenas de coches. Ya no es "Ciudadano Kane" la mejor película de la historia del cine según reputados críticos, pero no por eso deja de ser el punto de partida de un cine adulto. 'Ciudadano Kane" es la obra personalísima de un genio recién llegado al cine, procedente de la radio y del teatro. Él mismo reconoce a propósito de esa película que "tuve una suerte como nadie la ha tenido: después tuve la peor suerte de la historia del cine, pero eso entra dentro del orden de las cosas" Su filmografía posterior abunda en películas inacabadas ("It's all true", "Don Quijote", "Al otro lado del viento"), películas terminadas por otros ("Estambul'', por Norman Foster), montadas por la productora reduciendo su metraje ("Los magníficos Amberson", "Sed de mal") y numerosos proyectos que no llegaron a filmarse, como la versión, con cámara subjetiva, de "El corazón de las tinieblas", de Conrad. Otras películas hubo de pagarlas de su bolsillo como "Otello" o rodarlas en productoras de serie B como "Macbeth", y algunas sobre las que llegó a te-ner el control como "Mr. Arkadin", no recibieron buena acogida del público ni de la crítica. En realidad, "Mr. Arkadin" es un "Ciudadano .Kane" menor y pintoresco. A1 tiempo, Welles, por razones alimenticias, desarrollaba una gran carrera de estrella internacional, interpretando personajes "más fuertes que la vida", pues como él decía, en el teatro medieval había actores que hacían papeles de reyes y otros de mendigos, y él era un rey. Entre sus grandes creaciones se cuentan sir Edward Rochester, Harry Lime, Hank Quinlan y, sobre todo, Falstaff, el único personaje que verdaderamente deseaba interpretar.

Welles desplegó una gran actividad como actor: sus interpretaciones truculentas e irónicas, en papeles principalmente de composición, le otorgaron popularidad mundial. También trabajó en la radio, en el teatro como actor y director, en la televisión haciendo adaptaciones de clásicos, y fue guionista, escritor e ilustrador de Shakespeare, además de explorador por cuenta propia de las posibilidades narrativas y técnicas del cinematógrafo. Al igual que Rossini, renunció al cine convencional e intentó abrir nuevos caminos. Como le confesó a Andrea Sarris. "raramente voy al cine, y no es porque no me guste, sino porque no ofrece ninguna satisfacción". Buscaba un cine que le satisficiera y brindaba por Moliere porque nunca había aburrido a su público. A estas alturas todavía se discute si es el autor total de "Ciudadano Kane" o lo escribió también Herman J. Mankiewicz y parece ser que fue el verdadero director de "El tercer hombre". La arrebatadora belleza de "Los magníficos Amberson" ha sido mutilada por un montaje ajeno pero el metraje de Sed de mal" se ha recuperado. Y una vez más se anuncia el estreno de "Al otro lado del viento", abandonada en 1970 y a la que falta la sincronización de la banda sonora. En sus tres películas shakesperianas ("Macbeth", "Otelo" "Campanadas a medianoche") puso imágenes a las más hermosas palabras del teatro universal. Y contó "Una historia inmortal", no solo como narrador, sino corno creador.

La Nueva España ·7 mayo 2015