Ignacio Gracia Noriega
Una medida dictatorial contra la libertad
La obligación de identificar a los clientes de los bancos
El Banco Central Europeo impone que todos los usuarios de instituciones bancarias sean controlados electrónicamente, lo que de manera automática convierte a los que antes eran clientes en súbditos. El ciudadano medio tuvo siempre la impresión de que los bancos eran instituciones privadas que ejecutaban su mercadería sobre un principio de respeto a la libertad de los clientes. Si un banco pagaba más intereses que otro y daba mejores condiciones crediticias, se iba a él antes que al que ponía inconvenientes o exigía mayores requisitos.
Pero eso es el pasado, a lo que parece. Desde la creación del gran pulpo y gran hermano del Banco Central Europeo, la libertad de la banca ha desaparecido y se dictan medidas políticas de obligado cumplimiento. El "führer" Draghi ha bajado los tipos de interés hasta extremos inconcebibles, castigando a los ahorradores y no beneficiando al público en general. ¿Es realmente sensato que el dinero no valga nada? ¿Y por qué un banco no ha de pagar intereses a quienes depositan en él su dinero? ¿Es que los bancos ya no necesitan el dinero a plazo fijo de una parte de la población? Antes, como he dicho, si el banco de enfrente pagaba más intereses, se llevaba el dinero a él. Ahora no hay adónde llevarlo, y si hay que pagar por tenerlo en el banco, mejor se lleva a Suiza, donde se supone que lo tienen más seguro.
La última medida totalitaria del Banco Central Europeo es que los clientes aporten su identidad para tratarla electrónicamente, según creo haber entendido. Yo, supongo que con ideas sobre el Estado muy anticuadas, creía que exigir la documentación a los ciudadanos era un privilegio de la Policía y de los encargados de los hoteles. Ahora te exigen también el carné en las farmacias y a partir de ahora en los bancos, como si no dispusieran de nuestra documentación y carné de identidad al abrir una cuenta en ellos: y en la actualidad, es prácticamente obligatorio tener una cuenta corriente. En consecuencia, de acuerdo con la nueva medida, vamos a ser controlados electrónicamente todos los europeos, como si no lo estuviéramos ya por la Policía y por Hacienda. Esto es espeluznante. Pero hay algo más grave que esa imposición incontestable: el banco, una institución privada, está capacitado para congelar las cuentas corrientes de los que no acaten la obligación de la identificación, de la misma manera que los judíos que no llevaban la estrella de David eran enviados a los campos de exterminio. Con lo que el dinero deja de ser respetable y deja de ser propio: es del banco, o del "führer" Draghi, que pueden castigarte con él, ¡con tu dinero! El español pastueño, no sé en otros lugares de Europa, acepta la imposición con resignación o con entusiasmo los que sean muy "modernos". Pero con esta medida tal vez ilegal y anticonstitucional, r ¿van a mejorar el servicio al cliente y el funcionamiento de los bancos? ¡De ninguna manera! Sólo van a tenemos más controlados. ¿Y para qué?
La Nueva España ·16 mayo 2015