Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Mirador de sombras

Ignacio Gracia Noriega

Jan Potocki, un viajero romántico

El excéntrico autor de "El manuscrito encontrado en Zaragoza"

En 1815, el conde Jan Potocki se pegó un tiro en la cabeza en su castillo de Uladowka. El suicidio fue un tanto singular: durante varios días se dedicó a limar la bolita de plata que adornaba la tapa de una tetera hasta que pudo cargar con ella su pistola: entonces se llevó el cañón a la sien y apretó el gatillo. La excentricidad de no utilizar una bala convencional llama la atención, pero en realidad Potocki es un escritor lo suficientemente excéntrico como para que llamen la atención tanto su procedimiento para cargar la pistola como para escribir sus libros; los cuales, dejando los relatos de viajes aparte, se resumen en una vasta y extraña novela fantasmagórica titulada “El manuscrito encontrado en Zaragoza”, muy famosa en la época de los cine-clubes porque sobre ella se hizo una película bastante marmórea, es decir, pesada (cosa que las partes que he leído de la novela no lo son, aunque debo advertir que en español solo se publicó una edición reducida). Por aquellos años sesenta y setenta, algunos grandes escritores desconocidos en España nos llegaban gradas a las versiones cinematográficas de algunas de sus obras. Es el caso de Ambroise Bierce, cuyo cuento "El suceso sobre el río Owl" fue adaptado por Robert Enrico, con el titulo de "El río del búho"; de Lafcadio Hearn, cuyos cuentos fantásticos de "Kwaidan" fueron cinematografiados por Kobayashi (aunque en español ya existía una edición en Austral) e Isak Dinesen, antes de "Memorias de África" de Pollack, dio lugar a "Una historia inmortal", de Orson Welles. "El manuscrito encontrado en Zaragoza", es una novela de brujería y esoterismo desarrollada durante la invasión napoleónica de España. El libro está lleno de brujos, gitanos, ermitaños, contrabandistas, gentiles doncellas y narradores que, a modo Scherezade, cuentan historias interminables. No faltan entre los personajes el comendador Torralba y el tremendo erudito Hervás y Panduro. George Borrow, el autor de "La Biblia en España", había leído a Potocki, y según sospecha Caro Baroja, de ahí pudo venirle el interés por los gitanos.

El conde Jan Potocki nació el 8 de marzo de 1761 en el castillo de Pokow. Su juventud fue la de un ilustrado progresista En la madurez, su obra literaria es de carácter romántico. Se han recogido en libros sus relatos de viajes al Imperio de China, a las estepas de Astracán y del Cáucaso, a Marruecos y a Turquía y Egipto. Aunque el zar de Rusia Alejandro I le nombre consejero, no dejó de aspirar a la independencia de su patria, esperanza desvanecida después de la derrota de Napoleón en Waterloo. El mundo, a partir de entonces, iba a ser de otra manera, y a Potocki no le interesaba lo que viniera después. Retirado en su castillo, se dedicó a la erudición mientras aumentaban sus neuralgias y neurastenia. El invierno de 1815 no le dio ánimos y el 2 de diciembre de 1815 empuñó la pistola. En la biblioteca, como corresponde a un escritor.

La Nueva España ·18 junio 2015