Ignacio Gracia NoriegaIgnacio Gracia Noriega


Gracia Noriega, Bajo las nieblas de Asturias

Ignacio Gracia Noriega

El sargento Ferreras y los huidos

Debo a mi buen amigo el teniente coronel José María Feliz Cadenas el envío de un libro breve, curioso e interesante, las "Memorias del sargento Ferreras", publicado en los Breviarios de la calle del Pez, León, 2002. Un libro que se lee con facilidad y cuya lectura puede resultar muy útil para las personas interesadas por el desarrollo de la guerra civil en la zona central de Asturias y, posteriormente, por la lucha con los «maquis» o «huidos» en las montañas de León. Gabriel Ferreras de Luis, el sargento Ferreras, a quien Feliz Cadenas llegó a conocer personalmente y a quien considera como un personaje extraordinario, tanto como guardia civil como en el aspecto personal, escribió una serie de notas sobre su azarosa vida, las cuales fueron ordenadas por su hijo Gabriel Ferreras Estrada, y de ahí estas «Memorias del sargento Ferreras», pulcras, limpiamente impresas. Según el hijo, «el sargento Ferreras fue una persona dotada de una gran inteligencia natural, que cultivó en cuanto pudo, aunque sin poder llegar a cubrir la falta de una formación intelectual que él siempre añoró». El propio sargento, que en más de una ocasión lamenta en su texto sus deficiencias culturales, confiesa que escribió estas memorias en cumplimiento del mandato de su madre, muerta hacía poco. Las «Memorias del sargento Ferreras», vaya por delante, no son la obra de un literato. Pero debe tenerse en cuenta que los hombres de acción no necesitan de demasiada literatura para referir sus recuerdos: si vivieron una vida como la de Ferreras basta con ir narrando los sucesos con claridad y ordenadamente, cosa que el sargento sabe hacer. Su hijo, teniendo en cuenta la publicación reciente de otros libros sobre la guerrilla en tierras leonesas, señala que «los relatos del sargento Ferreras, que como se ve son muy anteriores y son testimonios personales, coinciden sustancialmente con la decantación de los hechos a que se llega en estas publicaciones». Aunque desarrollada en Asturias, «La brigadilla», de José Ramón Gómez Fouz, además de ser el mejor trabajo publicado sobre la lucha antiguerrillera, se aproxima de manera extraordinaria al ambiente descrito por el sargento Ferreras: «Íbamos provistos de conservas para la alimentación, dormíamos a la intemperie, hacíamos apostaderos en las encrucijadas de caminos, pasos obligados entradas de los pueblos que ellos (los huidos) frecuentaban». Una vida dura para perseguidores tanto como para perseguidos. A veces no se sabía quién perseguía quién.

La vida y la acción del sargento Ferreras se desarrollan entre h provincia de León, Sevilla, Asturias y, nuevamente, León. Nació en Torneros de Valdería, un pueblo lindante con la zona sureste de La Cabrera: «La Valdería es un vallecito leonés bañado por el río Ería, de no muy intenso caudal, pero de aguas cristalinas limpias, donde se dan en abundancia la trucha, fina y de exquisito gusto, y el barbo. En el espejo de sus aguas se mira, ente otros, el pueblo de Torneros de la Valdería, no tan limpio como sus aguas...». Torneros, continúa el sargento, está asentado entre dos montañas; las montañas son agrestes y el pueblo, muy pobre. Los padres de Ferreras eran labradores y él ha de trabajar en el campo desde la infancia. Por mejorar de situación marcha a trabajar en un cortijo en Sevilla, al que se han desplazado otras personas de su pueblo. Hace el servicio militar en Zaragoza y con 23 años de edad solicita el ingreso en la Guardia Civil, siendo dimitido como aspirante. El ingreso en el Cuerpo tuvo lugar a primeros de julio de 1935, y su primer destino fue en Asturias, todavía convulsionada por los recientes sucesos de Octubre de 1934. Las altas montañas llaman la atención del joven guardia: «Las montañas de Torneros me parecían un juguete comparadas con la ingente mole de Pajares». También la humedad, la lluvia, la oscuridad del paisaje; sin embargo, «las gentes eran generosas y francas y me parecieron nobles». Enviado a Moreda, allí tiene sus primeros enfrentamientos con elementos socialistas. Al estallar la guerra civil participa activamente en la defensa de Oviedo, y después de la guerra, en la lucha contra el «maquis», hasta la disolución de su grupo, que tuvo lugar en San Emiliano, el 15 de junio de 1953. A Ferreras se le debe, entre otros hechos, haber acabado con la banda de Girón. Pero no sólo interesan en el libro sus actividades bélicas. Por la naturalidad con que lo cuenta, resultan agradables las páginas en las que describe su infancia en el pueblo, las faenas agrícolas, las fiestas, etcétera. También aquellas otras en las que refiere conflictos familiares a causa de su vida, demasiado dedicada al servicio. Este libro, ante todo, es el testimonio humano de alguien a quien Feliz Cadenas describió como «un gran tipo».

La Nueva España · 21 septiembre 2003